
20 May Cautela vs miedos reales, funcionalidad y supervivencia
Debemos establecer las diferencias entre lo que representaría un temor real que cumple una función de autoprotección, y que hemos decidido llamarle “TEMOR SANO”, de los miedos que habitualmente no suelen tener una base sólida, ni tener
porque representar una amenaza real, aquellos que nos paralizan y bloquean nuestros pensamientos, o que suponen un impedimento en nuestra vida cotidiana, a los que hemos llamado en este punto “MIEDOS PROBLEMÁTICOS”.
Hablamos de cautela o TEMOR SANO, cuando hablamos de temores sanos o miedos racionales, hacemos referencia a aquellas reacciones de cautela, e incluso en ocasiones de verdadero temor, ante situaciones o contextos en los que nuestro cuerpo responde de esta manera, porque representan un peligro o amenaza real. Pueden tratarse como una medida de protección o autoprotección que presenta nuestro cuerpo ante un miedo real.
Es por ello que no se debe educar a los niños sin ningún tipo de temor ante nada, puesto que existen situaciones y lugares donde es necesario para nuestra seguridad presentar algo de temor, y que nuestro cuerpo reaccione para probablemente protegernos de forma natural.
Algunas de estas situaciones podrían ser: la playa cuando hay bandera roja; o en el parque si un perro grande se nos acerca corriendo, enseñando los dientes, y en actitud amenazante; mostrar respeto y cautela a la hora de cruzar una calle repleta de coches…
MIEDO PROBLEMÁTICO: cuando hablamos de miedo problemático hacemos referencia a aquel miedo irracional que nos bloquea y paraliza. Suelen presentarse como reacciones exageradas ante situaciones u objetos, que no ciertamente tienen porque ser amenazantes como llantos, gritos, pataleos, estremecimiento, pulso muy acelerado, mareos… algunos de estas reacciones pueden presentarse en función del miedo o la fobia ante por ejemplo una pluma, una rana, un payaso, una mancha de pintura de dedos en el cuerpo o la ropa, un insecto, una jaula… y un sinfín de situaciones o cosas que pueden provocar en algunas personas, todas estas reacciones. Es sobre este tipo de miedo paralizante, shok, trauma, o miedo irracional sobre el que debemos de actuar de manera terapéutica para ayudar a los niños, tanto padres como educadores como terapeutas.
Aroa Carrasco, pedagoga en Hada